11. Carpe diem

Carpe diem


El tòpic conegut com a carpe diem («aprofita el moment present»; literalment significaria una cosa com ara «recull el dia present com si fos un fruit madur») és una exhortació a gaudir del present sense preocupar-se pel futur. Moltes vegades apareix unit a un altre tòpic o lloc comú que ja hem esmentat, el de la fugacitat del temps (tempus fugit).


La seva formulació textual es troba a l’oda 11 del llibre primer. De nou, presentem el text en la traducció catalana de J. Vergés:

Tu, no esbrinis – és sacríleg de saber-ho – quin serà el darrer dia que a mi, que a tu, els déus han concedit Leucònoe; no escrutis els càlculs dels babilonis. Val més sofrir el que passarà, sigui què sigui! Tant si Júpiter t’ha atorgat de viure més hiverns com si és l’últim aquest que ara desembraveix la mar Tierrena amb els rosegats esculls on rompen les onades, tingues seny: filtra els teus vins i, ja que la vida és breu, escurça la llarga esperança. Mentre parlem, haurà fugit envejós el temps; cull el dia d’avui i no confiïs gens en el demà.


Pervivència del tòpic 

Es tracta d'un dels tòpic literaris més prolíficament conreats a la literatura occidental. Tot seguit, et presentem alguns exemples.


1. Joan Salvat Papasseit (1894-1924), "Mester d'Amor".

Si en saps el pler no estalviïs el bes
que el goig d´amar no comporta mesura.
Deixa´t besar, i tu besa després
que és sempre als llavis que l´amor perdura.

No besis, no, com l´esclau i el creient,
mes com vianant a la font regalada;
deixa´t besar -sacrifici fervent-
com més roent més fidel la besada.

¿Què hauries fet si mories abans
sense altre fruit que l´oreig en ta galta?
Deixa´t besar, i en el pit, a les mans,
amant o amada -la copa ben alta.

Quan besis, beu, curi el veire el temor:
besa en el coll, la més bella contrada.
Deixa´t besar i si et quedava enyor
besa de nou, que la vida és comptada.


2. Vicent Andrés Estellés (1924-1993), Horacianes, poema XLII.

m'he estimat molt la vida,
no com a plenitud, cosa total,
sinó, posem per cas, com m'agrada la taula,
ara un pessic d'aquesta salsa,
oh, i aquest ravenet, aquell all tendre,
què dieu d'aquest lluç,
és sorprenent el fet d'una cirera.

m'agrada així la vida,
aquest got d'aigua,
una jove que passa pel carrer
aquest verd
                     aquest pètal
                                            allò

una parella que s'agafa les mans i es mira als ulls,
i tot amb el seu nom petit sempre en minúscula,

com passarell,
                           aquell melic,

com la primera dent d'un infant.



3
. Miguel de Cervantes (1547-1616),  Rinconete y Cortadillo.

Con esto, se fue la Pipota, diciéndoles: - Holgaos, hijos, ahora que tenéis tiempo; que vendrá la vejez y lloraréis en ella los ratos que perdisteis en la mocedad, como yo los lloro.



4. Luis de Góngora (1561-1627).

Mientras por competir con tu cabello,

oro bruñido al sol relumbra en vano;

mientras con menosprecio en medio el llano

mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello,

siguen más ojos que al clavel temprano;

y mientras triunfa con desdén lozano

del luciente cristal tu gentil cuello;

goza cuello, cabello, labio y frente,

antes que lo que fue en tu edad dorada

oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o viola troncada

se vuelva, mas tú y ello juntamente

en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.



5.
Luis de Góngora (1561-1627).

Ilustre y hermosísima María,

mientras se dejan ver a cualquier hora

en tus mejillas la rosada aurora,

Febo en tus ojos, y en tu frente el día,

y mientras con gentil descortesía

mueve el viento la hebra voladora

que la Arabia en sus venas atesora

y el rico Tajo en sus arenas cría;

antes que de la edad Febo eclipsado,

y el claro día vuelto en noche oscura,

huya la aurora del mortal nublado;

antes que lo que hoy es rubio tesoro

venza a la blanca nieve su blancura,

goza, goza el color, la luz, el oro



6.  Luis de Góngora (1561-1627), "¡Que se nos va la pascua, mozas!".

¡Que se nos va la Pascua, mozas,

que se nos va la Pascua!

Mozuelas las de mi barrio,

loquillas y confiadas,

mirad no os engañe el tiempo,

la edad y la confianza.

No os dejéis lisonjear

de la juventud lozana,

porque de caducas flores

teje el tiempo sus guirnaldas.

¡Que se nos va la Pascua, mozas,

que se nos va la Pascua!

Vuelan los ligeros años

y con presurosas alas

nos roban, como harpías,

nuestras sabrosas viandas.

La flor de la maravilla

esta verdad nos declara,

porque le hurta la tarde

lo que le dio la mañana.

¡Que se nos va la Pascua, mozas,

que se nos va la Pascua!

Mirad que cuando pensáis

que hacen la señal de la alba

las campanas de la vida,

es la queda, y os desarma

de vuestro color y lustre,

de vuestro donaire y gracia,

y quedáis todas perdidas

por mayores de la marca.

¡Que se nos va la Pascua, mozas,

que se nos va la Pascua!

Yo sé de una buena vieja

que fue un tiempo rubia y zarca,

y que al presente le cuesta

harto caro el ver su cara,

porque su bruñida frente

y sus mejillas se hallan

más que roquete de obispo

encogidas y arrugadas.

¡Que se nos va la Pascua, mozas,

que se nos va la Pascua!

Y sé de otra buena vieja

que un diente que le quedaba

se lo dejó estotro día

sepultado en unas natas;

y con lágrimas le dice:

«Diente mío de mi alma.

yo sé cuándo fuistes perla,

aunque ahora no sois nada».

¡Que se nos va la Pascua, mozas,

que se nos va la Pascua!

Por eso, mozuelas locas,

antes que la edad avara

el rubio cabello de oro

convierta en luciente plata,

quered cuando sois queridas,

amad cuando sois amadas;

mirad, bobas, que detrás

se pinta la ocasión calva.

¡Que se nos va la Pascua, mozas,

que se nos va la Pascua!



7. Luis Cernuda (1902-1963), "Los espinos".

Verdor nuevo los espinos
Tienen ya por la colina,
Toda de púrpura y nieve
En el aire estremecida.

Cuántos ciclos florecidos
Les has visto; aunque a la cita
Ellos serán siempre fieles,
Tú no lo serás un día.

Antes que la sombra caiga,
Aprende cómo es la dicha
Ante los espinos blancos
Y rojos en flor. Ve. Mira.


8.
Juana de Ibarbourou (Uruguay, 1892-1979), "La hora".

Tómame ahora que aún es temprano

y que llevo dalias nuevas en la mano.

Tómame ahora que aún es sombría

esta taciturna cabellera mía.

Ahora, que tengo la carne olorosa,

y los ojos limpios y la piel de rosa.

Ahora que calza mi planta ligera

la sandalia viva de la primavera.

Ahora que en mis labios repica la risa

como una campana sacudida a prisa.

Después... ¡oh, yo sé

que nada de eso más tarde tendré!

Que entonces inútil será tu deseo

como ofrenda puesta sobre un mausoleo.

¡Tómame ahora que aún es temprano

y que tengo rica de nardos la mano!

Hoy, y no más tarde. Antes que anochezca

y se vuelva mustia la corola fresca.

hoy, y no mañana. Oh amante, ¿no ves

que la enredadera crecerá ciprés?


9.
Lucía Etxebarria (1966 - ), Un milagro en equilibrio.

Una enfermera viene y no podemos evitar preguntarle lo de siempre aun a sabiendas de que no nos puede dar más información que la que los médicos nos han proporcionado. Pero nos la da. No exactamente información, un nuevo punto de vista, una actitud diferente a la hora de evaluar la cuestión, su particular interpretación del "carpe diem": "Ustedes aférrense al día. Piensen que hoy sigue aquí, y eso es bueno. No intenten pensar en cómo va a ser mañana, sólo en que hoy sigue aquí, que resiste". Únicamente nos ha dedicado tres minutos, pero nos ha regalado un mundo.