2. Determinismo y condicionantes del comportamiento de los personajes principales.

2.1. El determinismo de "Clarín"

Durante la época realista-naturalista imperaban las novelas y cuentos en que las
circunstancias políticas, religiosas, etc., se reflejaban en ellas. Era notable la preferencia por parte de los escritores ante la aparición de personajes clericales, interpretados y presentados, claro es, según las respectivas tendencias ideológicas de los novelistas.


Recuérdense las figuras de sacerdotes que aparecen en: "El escándalo", "Los pazos
de Ulloa", "La Regenta", "Tormento", etc. Decía "Clarín" estudiando "La familia de León Roen": "Lo que se ha dado en llamar en problema religioso, no sólo tiene
importancia imponderable como tal problema religioso, sino que es digno de atención especial por las relaciones que mantiene con todo lo que en la vida nos interesa; por esta razón, aún los espíritus menos inclinados a meditar los misterios de ultratumba se preocupan con la materia religiosa, que, nadie pueda estorbarlo, influye en todo, y al más despreocupado "spirit fort" puede hacerle víctima de su poder tiránico".


Aunque manifestara repetidas veces que no hubo escritores verdaderamente naturalistas, admiró desde siempre a Zola y su escuela. Afirma Torrente Ballester que no se quedó "Clarín" en la mera admiración sobre Zola, sino que vio en él limitaciones y exclusivismos y nunca creyó que el Naturalismo fuera el único modo de novelar:


"El Naturalismo fue (...) una forma legímita a la que había que hacer sitio en el arte; pero no era única y acertada en sus exclusivismos, así técnicos como filosóficos...".

El nuevo estilo propuesto por "Clarín" estaba formado por nuevos contenidos
espirituales:


— Un ser más novelesco, más rico en idealidad Y poesía.
— Más psicológico, concediendo mayor atención a los procesos que a los movimientos de la carne.
— Deseaba que un alma, no como proceso sino como entidad espiritual y
moral, se constituyese en sujeto de la novela.


En una de su intervenciones en torno al Naturalismo en el Ateneo madrileño en
Enero de 1882, compara el determinismo con el movimiento de un río:


"...éste tiende a buscar el centro de la tierra, pero su dirección resulta de la oposición entre la atracción que lo mueve —libre albedrío- y los obstáculos que se oponen a ella —factores determinantes— ." 


Ese mismo año escribe en "La Diana" un artículo titulado "Del Naturalismo" y
dice así:


"La vida se compone de influencias físicas y morales combinadas ya por tan compleja manera que no pasa de ser abstracción fácil, pero falsa, el dividir el mundo en dos, diciendo: De un lado están las influencias naturales; del otro la acción propia, personal del carácter en el individuo. No es así la realidad, ni debe ser así la novela. A más del elemento natural y sus fuerzas, a más del carácter en el individuo, existe la resultante del mundo social, que también es un ambiente que influye y que se ve influido a todas horas (...) Precisamente, este elemento general, no físico y social, es el que predomina en la vida que copia la novela".


Se nos muestra en esta cita un "Clarín" que defiende la primordial importancia
del determinismo ambiental frente a los demás. Esto lo convertirá en realidad dos
años más tarde en "La Regenta".