4. La cohesión

4.1. Las relaciones referenciales

1. Procedimientos gramaticales: deixis, anáfora, catáfora y elipsis. 

a) La deixis es el mecanismo por el que el texto se refiere a elementos de la situación extralingüística. Los deícticos son pronombres o adverbios que sitúan el tema del que se habla (persona, objetos, actos...) en el tiempo y en el espacio; suelen acompañarse de gestos. Son deícticos los pronombres personales, pronombres y determinantes demostrativos y posesivos: yo, tú, este, ese, mi, tu...; y los adverbios, locuciones o sintagmas adverbiales: aquí, allí, ahora, hace un rato, en seguida, anteayer. En el centro del discurso se sitúa el emisor, que es el punto de referencia de personas, tiempo y espacio en el texto, el cual se articula desde su yo, aquí y ahora. 

Ejemplos

-Esta mañana yo no he salido a hacer mi paseo matinal; ¿lo has hecho

-No, porque ella no me ha dejado salir de aquí

Las palabras en negrilla sólo adquieren su sentido en el presente y en el espacio del emisor; las personas son el yo-emisor, su interlocutor, y la tercera ella conocida por emisor y receptor. Los deícticos se limitan a señalar todo lo relacionado con la situación. 

b) La anáfora es la relación entre un elemento llamado antecedente y otro que aparece después sustituyéndolo. Este último es normalmente un pronombre (personal, demostrativo, posesivo, relativo, etc.), un determinante (artículo, adjetivo demostrativo o posesivo, etc.), o un adverbio de lugar. 

Ejemplo: 

“Érase que en Londres vivían, no ha medio siglo, un comerciante y un artífice de piernas de palo, famosos ambos: el primero por sus riquezas y, el segundo, por su rara habilidad en su oficio. Y basta decir que ésta era tal, que aun los de piernas más ágiles y ligeras envidiaban las que solía hacer de madera”. 

A través de la sustitución gramatical (los pronombres y determinantes en negrilla) el autor va refiriéndose a los personajes y objetos, sin necesidad de repetir palabras (comerciante, artífice, pierna). Comprobamos, pues, que el texto se cohesiona con procedimientos gramaticales. 

Hay que incluir aquí los casos de sustitución de toda una oración, y también las llamadas anáforas “de identidad de sentido”, en las que el pronombre no se refiere exactamente al mismo objeto. 

Ejemplos: 

“Aparentemente en la imagen televisiva no hay mediación ni discurso, sino realidades. Pero esto es una ilusión”. 

Esto tiene como antecedente todo el enunciado anterior, al que sustituye. 

“Este coche es estupendo pero yo me he comprado uno mejor”. 

Uno no tiene como referente el mismo objeto (este coche), sino el mismo concepto (un coche, pero no el mismo). 

c) La catáfora es la relación que se da entre un elemento y otro que aparece después en el texto. A menudo se introduce con una coma o con dos puntos, y con expresiones del tipo: “lo que sigue a continuación:”; “veamos un ejemplo:”. 

Ejemplo: 

“Hay otros factores que condicionan el interés: por ejemplo, la proximidad de las noticias”. 

“Había nombrado una fonda y recordé que esa era mi segunda necesidad, hospedarme en alguna parte”. 

Otros y esa anticipan el referente, que aparece después (las expresiones subrayadas). 

d) La elipsis es la supresión de un elemento conocido que aparece muy cerca en el texto, y gracias al contexto es fácilmente recuperable. La elipsis es el procedimiento de referencia más habitual. La elipsis puede ser oracional: “¿No entra usted? No (quiero entrar)”; nominal: “Antonia canta y (Antonia) baila muy bien”; y verbal (o de SV): “Ayer vi la película. Yo también (vi la película)”.

2. Procedimientos de sustitución léxico-semánticos: 

La sustitución léxica es la relación que se da por la sustitución de una palabra por otra que es su sinónimo, hiperónimo 1 , hipónimo 2 o antónimo. La sustitución puede darse también entre un nombre propio y su común, o a través de una perífrasis, metáfora, o metonimia. El contexto es el que hace posible la sustitución, porque es en éste donde se concretan los rasgos de significación comunes.

1 Hiperónimo: palabra cuyo significado incluye al de otra u otras; p. ej., pájaro respecto a jilguero y gorrión. 

2 Hipónimo: palabra cuyo significado está incluido en el de otra; p. ej., gorrión respecto a pájaro. 


 Veamos varios ejemplos

  • “Tengo trece hijos, dos gatos, un perro, tres peces, dos conejos y un loro. Con los niños las cosas me van muy bien, pero con los animales - un capricho de mi santa esposa- tengo problemas”. Comprobamos que los hipónimos “hijos”, “gatos”, “perro”, etc. se sustituyen por los hiperónimos “niños” y “animales”. 
  • “Hay una diferencia radical entre las letras y las imágenes. El universo del televidente es dinámico, mientras que el del lector es estático. La televisión privilegia la gratificación sensorial, visual y auditiva, mientras que el libro privilegia la reflexión”. Vemos que “letras”, “el universo del lector” y “el libro” funcionan como expresiones sinónimas, aluden a la misma realidad. Lo mismo sucede con “imágenes”, “universo del televidente” y “televisión”. 
  • Cabe considerar aquí aquellas expresiones que, si bien no son sinónimas en sentido estricto, actúan como tales en el texto por el conocimiento del mundo que tienen emisor y receptor, como podemos comprobar en el ejemplo siguiente: “Asistió a la entrega de premios Harrison Ford, el famoso Indiana Jones. El actor americano llegó al acto acompañado de [...]”Los sintagmas subrayados actúan como expresiones sinónimas por el conocimiento de la realidad que se supone entre emisor y receptor.