5. El desastre de 1898

Causes del conflicte colonial

Durant molts anys, les colònies espanyoles foren controlades econòmicament per comerciants nord-americans i britànics. Els industrials catalans s'havien anat interessant progressivament durant el període de la Restauració, però encara en 1880, un 58% de les importacions de l'illa de Cuba i un 89% de les exportacions es feien amb els mercats dels Estats Units i la Gran Bretanya.

Per això, en 1882 i en 1891, el govern espanyol, pressionat pels industrials catalans i els productors de farines de Castella i Andalusia, va prendre mesures fortament proteccionistes per monopolitzar el mercat cubà. El tèxtil català, que ja no trobava espai per al seu creixement al mercat espanyol i que no podia competir a l'exterior, va trobar una "vàlvula d'escapament" en el mercat colonial que va evitar la paralització.

En aquest quadre pots veure el creixement de les exportacions catalanes, només en teixits de cotó, cap a les colònies:

            Creixement de les exportacions de teixits de cotó a les colònies, en pessetes

Valor de les exportacions

% del total d'exportacions espanyoles

1885  5.985.000 8%
1890  22.431.000 19%
1892  38.276.000 25%
1894  50.233.000 29%
1896  56.628.000 27%
1897  65.928.000 33%

Estadístiques de Comerç Exterior. Elaborades per Miquel Izard i Borja de Riquer.

A Conèixer la història de Catalunya, vol. 4.

En 1896, aquest volum de producció ja representava el 22,2% del total de producció catalana. La mateixa dinàmica es podria explicar dels altres articles industrials o del blat necessari per a mantenir la població de les illes. 

En canvi, el mercat espanyol resultava feble per a tota la producció agrícola cubana. El sucre i el tabac es destinaven encara, com hem vist, als Estats Units, mentre que el govern espanyol mantenia taxes aduaneres molt elevades que impedien vendre els productes americans, barats i propers. Resultava evident que els nord-americans no seguirien comprant indefinidament productes cubans si no podien col·locar els seus i compensar la balança de pagaments.

A més, ja hem explicat que Espanya va trigar molt a abolir l'esclavitud negra a les seves colònies, ara, a finals del segle XIX, les hisendes del sucre i del tabac, eren en ple procés de substitució de la mà d'obra humana per maquinària, que necessàriament havien d'importar dels Estats Units i la Gran Bretanya. Haver de pagar altes taxes duaneres anava també contra els interessos dels grans propietaris.

La situació de subjecció econòmica de l’illa només es podia mantenir per la força, i els interessos dels Estats Units s’acostaven cada cop més a protegir una Cuba independent d’Espanya, però depenent del seu poderós veí del nord.

Àudio: La guerra colonial i el "desastre" de 1898: Cuba  7 mn 

FONT 1

“Esta guerra no puede llamarse tal; es una caza en un clima mortífero para nosotros, que nos es igual al desierto. (...)

Es cuestión de tiempo, y no puedo calcular cuánto tardaré en reducirlos; y mientras estén en armas, no hay que hacerse ilusiones, el peligro existe aún en la parte pacificada; podrá no venir, pero amenaza; se creía antes que el carácter de estos habitantes no era propio para la guerra; tanto el blanco como el negro nos han demostrado lo contrario.
Las promesas nunca cumplidas, los abusos de todos géneros, el no haber dedicado nada al ramo de fomento, la exclusión de los naturales de todos los ramos de la administración, y otra porción de faltas, dieron origen a la insurrección.

El creer los Gobiernos que aquí no había más medio que el terror, y ser cuestión de dignidad no plantear las reformas hasta que no sonase un tiro (con lo cual creo que hago una censura de esa idea), la han continuado: por ese camino nunca hubiéramos concluido, aunque se cuaje la isla de soldados: es necesario, si no queremos arruinar a España, entrar francamente en el terreno de las libertades.

Yo creo que si Cuba es poco para independiente, es más que lo bastante para provincia española, y que no venga esa serie de malos empleados todos de la península, que se dé participación a los hijos del país, que los destinos sean estables. [...]

Yo soy menos liberal que ustedes, y deploro ciertas libertades; pero la época las exige; la fuerza no constituye nada estable; la razón y la justicia se abren paso tarde [...].”


Carta del General Martínez Campos a Cánovas del Castillo, presidente del Consejo de Ministros, (Cuba, 19 de marzo de 1878)

FONT 2

"El rebaño gris":

Ayer fue embarcado en nuestro puerto el regimiento peninsular. !Hermoso espectáculo!

Una masa de jóvenes vestidos con trajes de mecánica, pasando el portón que conducía a la escala del Antonio López, mirando en derredor con cierto azoramiento, andando como sonámbulos, sin osar volver la mirada atrás por miedo a que la tierra patria, que tal vez no vuelvan a ver, despertase en su memoria penosos recuerdos que hiciesen asomar las lágrimas a sus ojos. Un rebaño gris que, mansamente guiados por pastores tristes y desdentados, avanzaba sobre los embreados maderos, subiendo la escala para desaparecer en las entrañas del trasatlántico.

...] allá va con rumbo a las Antillas nuestra juventud robusta, arrancada al trabajo de los campos, a la industria de las ciudades, para caer exánime en la manigua o en el lecho caliente y apestado aún por el último moribundo, llamando en vano a la madre separada de ellos por miles de leguas.

Triste y oscuro es su porvenir, pero no pueden quejarse de la despedida.

Lo más selecto y distinguido ha ido a saludarles al alejarse de la Península.

Los que cobran los pingües sueldos de Cuba; los que por su nacimiento están seguros de que en caso de ruina el gobierno les dará algún puesto en las Antillas de esos que permiten hacer milagros; las gentes pudientes que por obra y gracia de seis mil reales tiene la generosidad de renunciar al alto honor de servir a la patria, fueron los que con más puntualidad acudieron a despedir a esos humildes obreros, enfundados en un uniforme, respetable, sí, porque es la vestidura reservada a los parias, a los pobres, a los desgraciados.

No pueden quejarse esos infelices que se alejan con rumbo a la muerte. En la orilla estaban las madres y las hermanas conteniendo los sollozos. Veíanse las mujeres de los sargentos tragando sus lágrimas para no asustar a los niños que miraban con asombro en la popa del buque al padre vuelto de espaldas para ocultar su emoción; era dolorosa la despedida; pero ya estaban allí las autoridades para animar al rebaño repartiendo pesetas y tabaco, y tampoco faltaban hablando de la patria, honor, etc., esos buenos burgueses que a la menor alteración de orden público corren a esconderse en el último pueblo de la provincia, pero que, belicosos por afición, gustan de leer por las noches, en la caliente cama y con el gorro de dormir, las noticias de las batallas, y por las mañanas digieren mejor el chocolate si saben que hemos vencido.

¡A Cuba, sí! Debemos defender nuestros intereses. Por el honor de España tenemos que guardar fusil en mano los millones de los negreros jubilados; debemos conservar la isla para que no se interrumpan las remesas de ladrones; es preciso conservar nuestras Antillas tal como hoy están, para que el mundo civilizado pueda apreciar un ejemplo palpable de cómo se gobernaban las colonias en tiempo del absolutismo.

El porvenir no debe inquietar a ese rebaño gris de infelices que se aleja. Más de una mitad estará antes de tres meses pudriendo tierra...pero ¿qué importa esto? También gozaran el envidiable honor de que Romero Robledo u otro de los ingeniosos políticos que tienen ingenios (haciendas) en Cuba los llore en el Congreso como héroes, como mártires de la patria, sin enterarse siquiera de sus nombres."

"Que vayan todos, pobres y ricos"

Ayer era mucha la gente que en el puerto contemplaba el Transatlántico Sarastegui, anclado junto a la riva, enorme monstruo de hierro que arrojaba negruzco hálito por la boca de su chimenea, como jadeante de impaciencia por llenar presto su cóncavo vientre con la carne de pobre, la carne de esclavo que una ley absurda envía a las Antillas para que la devoren las fiebres y las penalidades de la campaña.

Ayer, aglomerado en lanchones y subiendo las empinadas escalerillas de los costados, iba entrando en el buque el rebaño gris, la cohorte de desgraciados que no tienen padres ni seis mil reales, ni cacique que les proteja, y que víctimas del desbarajuste nacional y de absurdos privilegios, marchan a la guerra para derramar su sangre por esa integridad nacional que sólo parece interesar a los pobres.

Vicente Blasco Ibáñez .Valencia.
"El rebaño gris". 8 marzo 1895
"Que vayan todos, pobres y ricos". 5 de septiembre de 1896

FONT 3

Estadística dels morts a les guerres colonials 1898

Per saber-ne més

1. Àudio: La guerra de Cuba  52 mn
2. Web: La guerra de Cuba
3. Web: L'explosió del Maine