7. . El contexto histórico y social

7.1. . El individualismo

Los personajes de La Celestina se sienten amos de sus vidas y actúan buscando su propio beneficio. Las palabras de Sempronio en el acto III son toda una declaración de principios, que demuestran que el lazo que une a amos y criados ya nada tiene que ver con la fidelidad feudal, sino con el trabajo asalariado:

SEMPRONIO: "No te maravilles, madre, de mi temor, pues es común condición humana que lo que mucho se desea jamás se piensa ver concluido; mayormente que en este caso temo tu pena y la mía. Deseo provecho; querría que este negocio tuviese buen fin, no porque saliese mi amo de pena, mas por salir yo de lacería". 

En la nueva sociedad burguesa, no solo la muerte iguala a todos los estamentos; la búsqueda del provecho personal también es común a todas las personas. ¿Qué diferencia hay, pues, entre altos y bajos en la escala social? Ninguna: el dinero es lo que hace a los ricos ser mejores, porque viven mejor. 

Calisto pertenece a la clase de los privilegiados, y por eso juzga la belleza de Melibea como algo natural. Sin embargo, la opinión de Elicia y Areúsa es bien distinta:

ELICIA: "Aquella hermosura por una moneda se compra en la tienda. Por cierto, que conozco yo en la calle donde ella vive cuatro doncellas, en quien Dios repartió su gracia que no en Melibea. Que si algo tiene de hermosura, es por buenos atavíos que trae. Ponedlos a un palo, también diréis que es gentil. Por mi vida, que no lo digo por alabarme; mas creo que soy tan hermosa como vuestra Melibea". 

AREÚSA: "Las riquezas las hacen a estas hermosas y ser alabadas; que no las gracias de su cuerpo. Que así goce de mí, unas tetas tiene, para ser doncella, como si tres veces hubiera parido; no parecen sino dos grandes calabazas. El vientre no se le he visto; pero, juzgando por lo otro, creo que le tiene tan flojo, como vieja de cincuenta años".  (Acto IX)