La naturaleza de la escultura

Se dice que no dibujo y parece como si yo no supiera dibujar. Que abandono la escultura, pues parece que también he abandonado la escultura porque... ¿Por qué? Quiero explicar esto que es debido todo esto a una economía del lenguaje. Yo he dejado el dibujo (dibujaba bien, no caricaturas si no dibujo abierto), pero ¿para qué servía dibujar? La imaginación, cuando se tiene, hay que aplicarla una serie de cosas, todo lo que se precisa pasa a ser la escultura. Dentro de la escultura empleé la imaginación en encontrar unas herramientas auxiliares con el fin de, experimentalmente, concluir cuanto antes la escultura. Porque aquí hay un error tremendo. El escultor, lo que quiere es saber de escultura, aprender escultura para fabricar esculturas.

A mí me sucede totalmente distinto. Yo he hecho esculturas para saber de qué trata la escultura, para ser escultor. Y cuando me he hecho escultor pues he dejado la escultura, para que las quiero. Entonces he pensado, pero si el lenguaje de la escultura, si está... Estamos rodeados de escultura, ¿cuál es la naturaleza de la escultura? Son unos volúmenes que pueden estar vacíos, llenos, rodeados de espacio o bien el espacio atraviesa los volúmenes. Pero es un juego, una combinatoria de espacio con volúmenes. Estamos rodeados de todo esto. Luego, por medio de la educación, si sabemos algo de lo que es la escultura, estamos viendo escultura, participando en la recreación, en el redescubrimiento de la escultura y entonces la escultura, que es un lenguaje monstruoso casi y sordomudo, en un lenguaje el más caro y el más lento de todos los lenguajes. Y me he pasado, finalmente, después de atravesar el cine, el teatro, una serie de lenguajes fabricados, he concluido últimamente en el lenguaje de la escritura de la poesía, en la línea de la estructura poética que es lenguaje más barato, más fácil, más feliz donde basta con una sola cuartilla, colocas unas palabras y esperas.

Darrera modificació: dimarts, 25 de setembre 2018, 21:51