Lee el siguiente fragmento de La Regenta (cap. XXX) y responde las preguntas que aparecen a continuación:

"No entraban. Vetusta la noble estaba escandalizada, horrorizada. Unos a otros, con cara de hipócrita compunción, se ocultaban los buenos vetustenses el íntimo placer que les causaba “aquel gran escándalo que era como una novela”, algo que interrumpía la monotonía eterna de la ciudad triste. Pero ostensiblemente pocos se alegraban de lo ocurrido. ¡Era un escándalo! ¡Un adulterio descubierto! ¡Un duelo! ¡Un marido, un exregente de Audiencia, muerto de un pistoletazo en la vejiga! En Vetusta, ni aun en los días de la revolución había habido tiros. No había costado a nadie un cartucho la conquista de los derechos inalienables del hombre. Aquel tiro de Mesía, del que tenía la culpa La Regenta, rompía la tradición pacífica del crimen silencioso, morigerado y precavido. “Ya se sabía que muchas damas principales de la Encimada y de la Colonia engañaban o habían engañado o estaban a punto de engañar a su respectivo esposo, ¡pero no a tiros! La envidia, que hasta se había disfrazado de admiración, salió a la calle con toda la amarillez de sus carnes. Y resultó que envidiaban en secreto la hermosura y la fama de virtuosa de La Regenta, no sólo Visitación Olías de Cuervo y Obdulia Fandiño y la baronesa de la Deuda Flotante, sino también la gobernadora, y la de Páez y la señora de Carraspique y la de Rianzares, o sea, el Gran Constantino, y las criadas de la marquesa y toda la aristocracia, y toda la clase media y hasta las mujeres del pueblo...y ¡quién lo dijera!, la Marquesa misma, aquella doña Rufina tan liberal, que con tanta magnanimidad se absolvía a sí misma de las ligerezas de la juventud..., ¡y otras! Hablaban mal de Ana Ozores todas las mujeres de Vetusta, y hasta la envidiaban y despellejaban muchos hombres con alma como la de aquellas mujeres. Glocester en el cabildo, don Custodio a su lado, hablaban de escándalo, de hipocresía, de perversión, de extravíos babilónicos; y en el Casino, Ronzal, Foja, los Orgaz, echaban todo con las dos manos sobre la honra difunta de aquella pobre viuda encerrda entre cuatro paredes."


1. Sitúa el fragmento en la obra La Regenta.

2. Comenta su estructura (del fragmento).

3. Expresa el tema principal (del fragmento, no de la obra en general).

4. Realiza un análisis estilístico del fragmento.

 

Última modificación: jueves, 2 de abril de 2020, 05:14