Comentario de texto sobre un fragmento de Don Quijote de la Mancha (segunda parte, capítulo LXIIII): 

«—Vencido sois, caballero, y aun muerto, si no confesáis las condiciones de nuestro desafío.»

Don Quijote, molido y aturdido, sin alzarse la visera, como si hablara dentro de una tumba, con voz debilitada y enferma, dijo:

«—Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo y yo el más desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta verdad. Aprieta, caballero, la lanza y quítame la vida, pues me has quitado la honra.»

«—Eso no haré yo, por cierto —dijo el de la Blanca Luna—: viva, viva en su entereza la fama de la hermosura de la señora Dulcinea del Toboso, que sólo me contento con que el gran don Quijote se retire a su lugar un año, o hasta el tiempo que por mí le fuere mandado, como concertamos antes de entrar en esta batalla. […]»

Levantaron a don Quijote, descubriéronle el rostro y halláronle sin color y trasudado. Rocinante, de puro malparado, no se pudo mover entonces. Sancho, todo triste, todo apesarado, no sabía qué decirse ni qué hacerse: parecíale que todo aquel suceso pasaba en sueños y que toda aquella máquina* era cosa de encantamiento. Veía a su señor rendido y obligado a no tomar armas en un año; imaginaba la luz de la gloria de sus hazañas escurecida, las esperanzas de sus nuevas promesas deshechas, como se deshace el humo con el viento.

*máquina: "representación, montaje".

  

1.- Situación del texto dentro de la obra. Resumen: 

Este fragmento corresponde al capítulo LXIIII (64) de la segunda parte de la obra. La acción se sitúa en Barcelona, ciudad a la que ha llegado don Quijote. Él y su escudero se hospedan en casa de Antonio Moreno, un importante ciudadano, caballero rico y discreto. Una mañana en que sale a pasear por la playa, don Quijote ve venir un caballero que traía pintada una luna resplandeciente en su escudo. Este caballero, que no es otro que Sansón Carrasco, le propone batirse con él, proponiéndole como condición que si le vence habrá de dejar las armas y retirarse durante un año a vivir en paz sin echar mano a la espada. Este caballero antes ya se había disfrazado de El caballero de los Espejos o del Bosque, y utiliza esta estratagema para vencerlo y obligarlo a volver a su aldea.

Este fragmento corresponde al diálogo entre Don Quijote y el caballero de la Blanca Luna, después de que Don Quijote es derrotado por éste. Don Quijote continua confesando que su dama es la más hermosa mujer del mundo, pero ya vemos a una persona acabada, triste y debilitada, que es la culminación de esta segunda parte del libro en la que Don Quijote aparece mucho más pasivo, escéptico y dubitativo, especialmente a partir del capítulo XXIII, en que se desmoronan sus modelos de comportamiento. También vemos a un Sancho Panza conmovido por la derrota de su señor.

 

2.- Tema y estructura del texto

El tema de este fragmento es la derrota de Don Quijote, y el final de sus sueños de ser un caballero andante.

El fragmento se puede dividir claramente en dos partes:

La primera parte ocupa los cuatro párrafos primeros, que corresponden al diálogo entre el caballero de la Blanca Luna y Don Quijote. Es un lenguaje en estilo directo, como corresponde a un diálogo.

La segunda parte corresponde al párrafo final. Es el lenguaje de un narrador omnisciente en estilo indirecto. Aparecen los tres personajes claves: Don Quijote, Sancho Panza y Rocinante. Se centra básicamente en el estado de ánimo en que se encuentra Sancho después de la derrota de Don Quijote. Vemos a un Sancho con sus esperanzas deshechas “como se deshace el humo con el viento”. Coincide, pues, el estado de ánimo de Don Quijote con el de Sancho Panza.

 

3.- Aspectos del contenido: actitud de don Quijote frente a Sancho Panza:

Nos encontramos ya en el tramo final de su recorrido. Del animoso caballero andante de las primeras salidas ya no queda nada. El juramento que don Quijote hace al caballero de la Blanca Luna, supone el fin de su empresa que era su intento de restaurar la antigua caballería andante.

Ha sido engañado por muchas personas y se han reído de él cuando lo pasean por Barcelona con un cartel. Cuando asiste a una batalla naval, en la que no interviene en ningún momento, siente miedo como Sancho, y por último vemos que se derrumba totalmente cuando es vencido por el caballero de la Blanca Luna: “Don Quijote, molido y aturdido, sin alzarse la visera, como si hablara dentro de una tumba, con voz debilitada y enferma, dijo”. Es el estado de ánimo de una persona de carne y hueso, no de un caballero andante.

No cambia mucho la actitud de Sancho Panza. Él también está triste y apesadumbrado por los acontecimientos y por ver a su señor vencido y obligado a estar un año sin salir en busca de aventuras. Pero aquí podemos notar los rasgos de la “quijotización” de Sancho en que veía “la luz de la gloria de sus hazañas oscurecida” y además le parecía que todo aquello era obra de “encantamiento”, igual como le pasaba a Don Quijote en muchos otros episodios donde creía que muchas de las cosas que le pasaban eran consecuencia de algún encantamiento.

 

4.- Aspectos del vocabulario de don Quijote

A lo largo de la novela, Cervantes hace hablar a sus personajes con gran realismo. El lenguaje de don Quijote es culto y emplea a veces recursos expresivos propios de la lengua poética.

En este fragmento, las palabras de Don Quijote aparecen en una pequeña intervención ya que se intercalan otras voces especialmente la voz narrativa de Cervantes. En el diálogo entre los dos caballeros se utiliza un lenguaje culto como corresponde a su rango y a su condición de caballeros. Y además utilizan expresiones típicas del lenguaje utilizado en los libros de caballería: “Aprieta, caballero, la lanza y quítame la vida, pues me has quitado la honra”.


Última modificación: lunes, 3 de febrero de 2020, 17:51