Ándeme yo caliente
Y ríase la gente.


Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días 
mantequillas y pan tierno,
y las mañanas de invierno
naranjada y aguardiente,
y ríase la gente.

   Coma en dorada vajilla       
el príncipe mil cuidados,
como píldoras dorados;
que yo en mi pobre mesilla
quiero más una morcilla
que en el asador reviente, 
y ríase la gente.

Cuando cubra las montañas
de blanca nieve el enero,
tenga yo lleno el brasero
de bellotas y castañas, 
y quien las dulces patrañas
del Rey que rabió me cuente,
y ríase la gente.

Busque muy en hora buena
el mercader nuevos soles; 
yo conchas y caracoles
entre la menuda arena,
escuchando a Filomena
1
sobre el chopo de la fuente,
y ríase la gente. 

Pase a media noche el mar,
y arda en amorosa llama
Leandro2
 por ver a su dama;
que yo más quiero pasar
del golfo de mi lagar 
la blanca o roja corriente,
y ríase la gente.

Pues Amor es tan cruel,
que de Píramo3 y su amada
hace tálamo una espada
do se junten ella y él,
sea mi Tisbe
 un pastel,
y la espada sea mi diente,
y ríase la gente

(1) Filomena: personificación mitológica del ruiseñor

(2) Leandro: cruzaba todas las noches a nado el estrecho del Helesponto para poder encontrarse con su amada Hero.

(3) Píramo y Tisbe: fábula mitológica que ya vimos en la anterior entrega, en la que los dos enamorados mueren trágicamente. 

Última modificación: jueves, 14 de febrero de 2019, 15:26