9. Significación

La obra se basa en un recurso teatral tan antiguo como olvidado por los autores de la comedia de salón de la época: la puesta en escena alegórica. 

En la obra hay un fondo de alusiones sobre el que se proyecta la personalidad del protagonista y se realiza la toma de conciencia, el compromiso y la única opción posible: la muerte

En este sentido Valle es fiel a la tragedia griega Edipo Rey de cuyo personaje Max es trasunto; Edipo cuando conoce de la realidad se arranca los ojos, Max es ciego desde el principio y todo su viaje iniciático (por la España de la época) está jalonado por la lucidez edípica que le conduce irremediablemente a la muerte. 

Siguiendo la línea alegórica, heredada por ejemplo del teatro clásico barroco, los personajes de la obra son tipos, dibujados con rasgo deformante que representan el “mal social”. 

Dos grandes clases son las que se enfrentan en escena: la burguesía media y la gente del pueblo llano. Entre ellos se sitúa la figura del intelectual que, como Tiresias en Edipo Rey, como Horacio en Hamlet ha de ser el testigo de la época; dicho papel le está reservado a Max Estrella, el resto de intelectuales, son el arribismo, la fatuidad, el servilismo, la pedantería cientifista. 

Únicamente Rubén Darío y el Marqués de Bradomín -ambos resucitados fantásticamente- ofrecen una visión dignificadora. 

Respecto a la burguesía nos presenta a sus elementos más bajos, más rastreros, con lo que Valle se acerca a otro precepto del drama griego: los personajes bajos de poca entidad son objeto de la comedia, la tragedia está reservada a los que se elevan por encima de los hombres. 

Valle compartió con los hombres de su generación la preocupación por España: arremete contra el gobierno, contra la corrupción, se fustiga el capitalismo y el conformismo burgués, la represión policial, la inutilidad de los servicios públicos, la inmoralidad administrativa, la religiosidad tradicional y vacía... Protesta que se hace grito furioso en la escena VI “la Leyenda Negra, en estos días menguados es la Historia de España”. 

El signo bajo el que se presenta la realidad social es el de la violencia y la crueldad, la conversación con el anarquista nos revela una situación de temor institucionalizado, de horror pero desde el sarcasmo y la risa: “gachó vas a salir en viaje de recreo”. 

Luces de bohemia arremete contra toda una sociedad, es la primera gran obra contemporánea en que desaparece el héroe para que sea la colectividad su protagonista. Valle ataca por igual a todos los que participan de la circunstancia histórica. La búsqueda de totalidad junto a su interés por los monstruos será lo que le una a Goya. 

Luces también es un fresco de la intelectualidad de la época: el librero Zaratustra que explota a los bohemios, el ministro que tiene un pasado de poeta e ideales perdidos. Don Filiberto representa al periodista con falsos ideales progresistas, conservador en el fondo, reservado siempre a puestos de segundo orden. Basilio Soulinake es un fantoche que habla de la ciencia como salvación del hombre (lo que pensaba el siglo XIX y el realismo en concreto). Con don Gay Peregrino entramos en el campo de la erudición, amante de los libros de caballerías, soñador de un pasado épico, galante y glorioso que le hace juzgar negativamente las actuales costumbres. 

El joven escritor con el que se encuentra en el café Colón en la mesa de al lado plantea los nuevos caminos que seguirá el arte. Max le reprocha pertenecer al grupo de Francisco Villaespesa -la mayoría de modernistas españoles no supo aclimatarse a los nuevos tiempos-. Crítica a un modernismo consolidado, que vende con éxito novelas y folletines por entregas, que convierte al malditismo de los epígonos en una mera pose y que incluso continuará hacia la vanguardia. 

El hecho de que Bradomín se presente para vender sus memorias -las cuatro Sonatasdemuestra su valor -el Valle de aquella época era duramente criticado por grupos de vanguardia como los ultraístas- . Con ellos asistimos a la despedida de un mundo literario. 

Rubén y Bradomín critican el teatro de éxito de su época (la esperpentización de Hamlet y Ofelia la tenemos con los hermanos Quintero), que únicamente deja abierta una vía artística la del compromiso auténtico

El viaje de Max es un viaje a través de la impotencia. Si la vida cultural es el baremo de los pueblos civilizados, el listón del Madrid hiperreal de Luces de bohemia es catastrófico. 

Luces de bohemia es el resultado opuesto al sainete y al teatro de crímenes y sangre - espiritualmente hijo del romance de ciego- y sus propuestas unen el teatro de Valle con otros autores europeos que están renovando el teatro, como las de Gordon Craig – quien pedía marionetas en vez de actores- o Bertold Brecht -su teatro épico y de intencionalidad social tiene rasgos expresionistas y deformantes que lo hacen coincidente con el de Valle o Antonin Artaud -quien en la década de los treinta propone el teatro de la crueldad que se asemeja no pocas veces con Valle en el tratamiento de ambientes, personajes...