3. Accidentes gramaticales o morfológicos

Los sustantivos poseen morfemas flexivos, que conforman lo que la Gramática tradicional llama los “accidentes”. Así, el sustantivo posee dos accidentes gramaticales o morfológicos: el género y el número.

El género:

Una de las características del sustantivo es que posee género gramatical. En este sentido, los sustantivos pueden tener género masculino o femenino. No existen sustantivos de género neutro. 

Cuidado, no hay que confundir género y sexo. El género es un rasgo de tipo gramatical, mientras que el sexo es un rasgo de tipo biológico propio de algunos seres vivos. De hecho, no siempre coinciden. Sustantivos como mesa o escritorio tienen un género inherente (es decir, un género que les es propio: la mesa, el escritorio), pero, sin embargo, este no guarda relación alguna con la realidad, pues ni mesa ni escritorio son seres vivos a los que se pueda atribuir un sexo concreto. Por otro lado, pese a que algunos seres presentan diferencias de sexo, en ocasiones estas no se marcan con el género del sustantivo. Así, por ejemplo, hablamos de la jirafa en general, independientemente de que nos refiramos al macho o a la hembra. Cuando queremos especificar el sexo del animal hemos de recurrir a la expresión la jirafa macho / la jirafa hembra

Por norma general, la mayoría de los sustantivos acabados en -a son de género femenino y los acabados en -o de género masculino. Ahora bien, no siempre es así, pues hay femeninos acabados en -o (la mano, la nao) y masculinos que terminan en -a (el papá, el mapa). 

Muchos sustantivos que designan seres animados recurren a las terminaciones para diferenciar el género gramatical y el sexo: 

• El masculino se suele marcar con la desinencia -o, -e o con la ausencia de desinencia; por otro lado, el femenino se marca con la desinencia -a

-o / -a: gato-gata; niño-niña 

-e / -a: jefe-jefa; nene-nena 

sin desinencia / -a: señor-señora; juez-jueza 

• Además de la terminación -a, otras desinencias para formar el femenino son -esa, -isa, -ina,

-triz: abad-abadesa, sacerdote-sacerdotisa; gallo-gallina, emperador-emperatriz

• Con todo, a veces no se marca el género de los seres animados con desinencias, sino con el uso de una palabra distinta para masculino y femenino: hombre-mujer, caballo-yegua, padre-madre.

El número 

El sustantivo presenta variación de número. Este adopta dos formas: singular (se refiere a un solo ser u objeto) y plural (se refiere a más de un ser u objeto). 

El singular carece de desinencia o terminación propia: casa, gato, animal, camión, carácter. El plural, por el contrario, utiliza las terminaciones -s / -es: casas, gatos, animales, camiones, caracteres

En principio, la norma general de formación del plural indica que se añade -s si la palabra singular acaba en vocal, y -es si acaba en consonante. Sin embargo, esta “norma general” no funciona siempre. Aquí tienes un esquema pormenorizado de la formación del plural según cómo acaba la palabra en singular:

1. -vocal átona > -s: casas, cines, taxis, pelos, tribus

2. -a, -e, -o tónicas > -s: papás, sofás, comités, pies, burós, dominós (excepción: faralaes). 

3. -i, -u tónicas > -s / -es: bisturíes/bisturís, hindúes/hindús (excepciones: champús, menús). 

4.  -vocal + y > -es y -s: a) leyes, bueyes, convoyes

                                         b) jerséis, espráis (se convierte la y en i). 

5.  -consonante + y > -s (= -is): pantis, ferris, sexis

6. -s, -x > -es (monosílabos o agudas): toses, valses, faxes, compases (pero llanas y esdrújulas quedan invariables en plural: las crisis, los tórax, los fórceps, las síntesis). 

7. -ch > igual o -es: los crómlech, sándwiches

8. -l, -r, -n, -d, -z, -j > -es: árboles, colores, panes, céspedes, cálices, relojes

9. -consonante distinta de -l, -r, -n, -d, -z, -j, -s, -x, -ch > -s: esnobs, cómics, zigzags, anoráks, tándems, videoclips, mamuts (excepción: clubs/clubes, álbumes). 

10. -grupo consonántico > -s o invariables

                       a) icebergs, gongs, récord

                       b) compost, trust, test, kibutz (excepciones: lord > lores y milord > milores).

Para concluir con el apartado del número, hay que tener presente que algunos sustantivos solo tienen singular, es decir, carecen de plural. Reciben el nombre latino de singularia tantum (literalmente, “solo singulares”): sed, fe, cariz. Caso contrario es el de los sustantivos que únicamente tienen plural. Son los pluralia tantum (“solo plurales”): víveres, fauces, exequias.