1. Fonts

1.1. Font: Pacte de la Moncloa

Signants dels Pactes de la Moncloa
D'esquerra a dreta:Enrique Tierno Galván (PSP), Santiago Carrillo (PCE), Josep María Triginer (PSC), Joan Reventós (CSC),
Felipe González (PSOE), Juan Ajuriaguerra (PNV), Adolfo Suárez (UCD), Manuel Fraga (AP), Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD) y Miquel Roca (CiU)

Data: 25.10.1977

Font:
Diarios de Sesiones del Congreso de los Diputados. Año 1977. nº 29:
Debate sobre el acuerdo firmado entre el Gobierno y los partidos políticos para el saneamiento económico

El señor VICEPRESIDENTE PARA ASUNTOS ECONÓMICOS Y MINISTRO DE ECONOMÍA (Sr. Fuentes Quintana) :

Señor Presidente, señoras y señores Diputados, la misión de un Ministro de Economía cuando el país está atravesando un período de graves dificultades económicas consiste en enfrentarle con la realidad y convencerlo de que no existe la posibilidad de vencer las dificultades sin aceptar los costes y sacrificios que la superación del momento económico demanda.
Pero esa misión también consiste en convencer a la sociedad de que esas dificultades con las que se enfrenta son superables y que los esfuerzos y sacrificios no serán inútiles.

Por ello, lo más importante del programa económico que hoy presenta el Gobierno - con una importancia política que excede de su pura dimensión económica- es el hecho de que sea el resultado de un acuerdo alcanzado desde posiciones ideológicas muy dispares. Esto es lo que le proporciona su fuerza básica y le otorga su carácter: ser producto de un acuerdo entre grupos que han antepuesto el futuro de la sociedad española a sus puntos de vista concretos.

Los males que la economía española padece son tres y han sido claramente denunciados desde todas las instancias y grupos políticos :(...) persistente y aguda tasa de inflación; segundo, desarrollo insatisfactorio de la producción, con una caída importante de las inversiones, que ha generado unas cifras de paro elevadas con repartos desiguales (geográficos, por edades, por sexos, por ramas de actividad) que agudizan los problemas que las mismas plantean ; tercero, intenso desequilibrio en los intercambios con el extranjero
Se trata de encontrar solución a esos tres males a través del acuerdo por un programa definido por los siguientes objetivos y criterios:(...) reducir, en un plazo razonable, la tasa de inflación, aproximándola a la media de los países europeos (...) la superación de la crisis económica requiere dedicar un esfuerzo muy especial a moderar -en una primera fase- los efectos del necesario programa de ajuste sobre la ocupación y a crear, en una segunda etapa, las condiciones para que la inversión productiva se reanime y permita multiplicar los puestos de trabajo absorbiendo la desocupación. (..) En quinto lugar, todo el acuerdo económico está inspirado en el principio de distribuir con justicia las cargas necesarias que requiere la salida de la crisis entre todos aquellos a los que les afecta : entre trabajadores ocupados y trabajadores desempleados, entre capital y trabajo, entre los distintos estratos de renta y los diversos niveles de la población ; entre las grandes y pequeñas empresas y entre el sector público y el sector privado.
Este afán por la justicia y la equidad preside la realización de todas las normas del programa.

Sin embargo, el Programa contiene otro núcleo de reformas que aspiran a realizar cambios profundos en la estructura del sector público y en el diseño de la política económica española.
Cuatro objetivos dominantes son los que pretenden alcanzar este conjunto de medidas:
(...) repartir con justicia los costes de la crisis y crear las bases de una sociedad más justa mediante la práctica de una reforma fiscal
(...), elevar la calidad de los servicios públicos y controlar democráticamente las instituciones que integran el sector público español
(..) Articular un sistema tributario moderno con un impuesto eje sobre la renta sintético, progresivo y global, con tarifas realistas, exigible
en sus bases auténticas, es una necesidad político-social de primer orden, al igual que lo es la modernización del impuesto de sociedades y la definición de un impuesto sobre el valor añadido que venga a imponer racionalidad en el mosaico anticuado y asistemático de nuestra tributación.
Los impuestos sobre el patrimonio y las sucesiones complementarían este cuadro, que permitiría eliminar figuras tributarias que obstaculizan el tráfico, elevan los costes y reparten, a veces, muchas veces, la carga con injusticia.