Apuntes sobre la autora y su obra (I)

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Libro: Apuntes sobre la autora y su obra (I)
Imprimido por: Usuari convidat
Día: domingo, 28 de abril de 2024, 16:53

Descripción

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1. - La autora

“Por encima de todo, son los mecanismos del alma lo que me interesa: la locura, la envidia, los celos, la desesperación, el miedo, los engranajes mentales a los que puede llegar una persona en una situación límite, lo que no está nombrado, los sueños…”

Cristina Fernández Cubas

 

Cristina Fernández Cubas nació en Arenys de Mar en 1945. Estudió Derecho y Periodismo en Barcelona. Desde la aparición de su primer volumen de cuentos en 1980, se ha ido afianzando, título a título, como un referente indiscutible para sucesivas generaciones de cuentistas. Ha frecuentado sin prisas, en los últimos veinte años, el cuento, la novela y el teatro, cultivando un "fino horror" que ha inquietado a sus fieles lectores.

Publicó su primer volumen de cuentos, Mi hermana Elba, en 1980, al que le han seguido otros: Los altillos de Brumal (1983), El ángulo del horror (1990), Con Aghata en Estambul (1994), Parientes pobres del diablo (2006, Premio Setenil del mismo año).En 2009, su recopilación Todos los cuentos recibió los premios Ciudad de Barcelona, Salambó, Qwerty y Tormenta. Es también autora de novelas —El año de Gracia y El columpio—, una obra de teatro —Hermanas de sangre— y un libro de memorias narradas, Cosas que ya no existen (Premio NH Hoteles para Cuentos, 2001). En 2013 decidió utilizar el seudónimo de Fernanda Kubbs para su novela La puerta entreabierta.

La autora evita los efectismos que lastran con frecuencia el género fantástico y marca sus piezas con una aparente sencillez que afecta al desarrollo de las historias y al empleo de una prosa clara. En sus relatos muestra aquellos elementos que escapan a un análisis empírico y lo hace con una intensidad que invita a cuestionarse las certezas de la vida corriente. Su obra ha recibido siempre un caluroso tratamiento por parte de la crítica y del público y configura uno de los universos literarios más originales y fascinantes de la literatura española. Los libros de la autora han sido traducidos a nueve idiomas.

Esta información la podréis encontrar también en la siguiente dirección electrónica: 

https://www.escritores.org/biografias/401-cristina-fernandez-cubas

Además, podéis consultar otros datos biográficos de la autora en la siguiente página en la que encontraréis distintos enlaces sobre su biografía y bibliografía, entre otros:

https://www.catedramdelibes.com/autores.php?id=1189

 

2. - El cuento (fantástico)

  • Como apunta David Roas: 
    • Las características del cuento de Cristina Fernández Cubas son varias: 
      • Están envueltos en una dimensión inquietante
      • Exploran psicologías ‘oscuras’ en sus personajes 
      • Rompen las expectativas del lector
      • Juegan hábilmente con la incertidumbre y la ambigüedad al no revelar toda la información necesaria para interpretar de manera clara las historias.
    • El relato fantástico, sustituye la familiaridad por lo extraño, nos sitúa inicialmente en un mundo cotidiano, normal (el nuestro), que inmediatamente es asaltado por un fenómeno imposible –y, como tal, incomprensible– que subvierte los códigos –las certezas– que hemos diseñado para percibir y comprender la realidad. En definitiva, destituye nuestra concepción de lo real y nos instala en la inestabilidad y, por ello, en la absoluta inquietud. 
    • El modo de desvelar progresiva y pausadamente la información es determinante para lograr el efecto emocional deseado y que se concentra en los momentos clave.
    • Dicho de otro modo: Los cuentos de Cristina Fernández Cubas persiguen dos objetivos fundamentales, propios de toda narración fantástica: por un lado, inquietar al lector con la presencia de seres y fenómenos inexplicables, y, por otro, indagar en el lado oscuro de lo real, es decir, en lo que tales seres y fenómenos simbolizan: la trasgresión de las coordenada que sustentan nuestra realidad y que nos permiten situarnos en ella (habitarla). Asimismo, algunos de esos fenómenos fantásticos sirven como metáfora de los miedos del ser humano.
    • Más adelante nos advierte de que la cotidianidad es, en los cuentos de Cristina Fernández Cubas, un requisito esencial para la creación del efecto fantástico: el personaje (y a través de él el lector) debe sentir que su realidad habitual se desfamiliariza, se subvierte al ser invadida por un fenómeno imposible.
    • En cuanto a los efectos de lo fantástico: La irrupción de lo fantástico provoca la deformación, la subversión de lo real, de lo que hasta ese momento cosiderábamos nuestra cotidianidad. En ese mundo familiar se mueven personajes también cotidianos, seres normales sumidos en sus rutinas diarias, que de pronto se ven sometidos a azares y fuerzas que los desbordan y trastornan, y que provocan que lo que hasta ese momento se presentaba como normal se transforme en algo ominoso.

  • Asunción Castro Díez nos advierte de que lo fantástico en los cuentos de Cristina Fernández Cubas cuentos no depende tanto de los temas, que a menudo poco o nada tienen que ver con la posibilidad de lo extraordinario, sino de su disposición dentro de la trama, así como de la percepción, a menudo distorsionada o ambigua, que los personajes tienen de su realidad. Y es que, junto con los acontecimientos que marcan la progresión de la peripecia, el narrador nos transmite las sensaciones e impresiones que éstos le suscitan y que inciden en la provocación de extrañeza o de inquietud. Más aún, los acontecimientos muchas veces son secundarios y no alcanzan la relevancia que en cambio sí tiene ese cúmulo ambiguo de impresiones subjetivas a las que la prosa de Cristina Fernández Cubas va dando forma.
  • El modo de desvelar progresiva y pausadamente la información es determinante para lograr el efecto emocional deseado y que se concentra en los momentos clave.
  • Sus cuentos se constituyen como vivencias interiorizadas de una realidad que, al ser sometida a una perspectiva insólita o deformada, adquiere perfiles insospechados. La prosa de la escritora da forma a atmósferas inquietantes que brotan de lo cotidiano, provoca imágenes que sugestionan al lector, rastrea las luces y sombras de una realidad ficcional a menudo evanescente, da nombre a sensaciones etéreas, inconcretas, vagas. Y, en definitiva, los cuentos enfrentan al lector a la pérdida de seguridad en un mundo aparentemente racional y conocido que, repentinamente, puede mostrar su cara más misteriosa.

  • Pilar Nieva de la Paz apunta lo siguiente: "Los cuatro cuentos que componen Mi hermana Elba coinciden en mostrar la irresistible atracción que la escritora siente por la complejidad de las relaciones humanas, cuya oscura naturaleza, oculta en primera instancia, dota de misterio e irrealidad al conjunto de su narrativa fantástica. Aparecen unificados también por la utilización de un tipo de espacios caracterizados por el aislamiento en medio de la naturaleza, lejos de los núcleos urbanos, verdaderos microcosmos en los que la intensa convivencia a la que parecen forzados sus habitantes adquiere una trascendencia simbólica especial".
  • También tiene en cuenta que "una y otra vez se nos presentan lazos afectivos en los que predomina el abuso y la dependencia, simbólicamente manifestados mediante procesos de apropiación de la identidad ajena, de vampirización y pasiva aceptación de la propia destrucción, de claro componente patológico".

  • Respondiendo a por qué sus obras no son muy largas en una entrevista con María del Mar López-Cabrales: "Porque entre la intensidad y extensión apuesto por lo primero. Si algún día escribo un libro de quinientas páginas, cosa que dudo, será porque el tema bien podría dar para dos mil. Para mí ser concisa es un reto. No soporto las historias machacadas y repetitivas, me gusta la sugerencia y creo en el lector inteligente y creativo. Hay que darle una historia, desde luego, una historia con todos sus elementos, no un “esbozo de…”. Pero me gusta pensar que el lector, en muchas ocasiones, se quedará meditando más allá de la palabra “Fin”".

3. - Los narradores y sus recuerdos

Girl at mirror - Norman Rockwell

Tal y como dice Asunción Castro Díez, nos hallamos, en principio, ante cuentos que presentan una disposición ordenada y lineal de los acontecimientos. La persona narrativa, que a menudo adopta una perspectiva de pasado, suele coincidir con el protagonista de la peripecia, lo que favorece una orientación intimista. Las voces que narran son mayoritariamente femeninas, y en las pocas ocasiones en que narran hombres, no suelen hacerlo como protagonistas, sino como testigos de los hechos

Según David Roas, la utilización de un narrador-protagonista obliga, como es sabido, a una visión muy determinada de los acontecimientos: la que ese personaje puede darnos a partir de sus percepciones y de sus pensamientos. Aunque éste es el narrador que mejor facilita la identificación del lector con el protagonista, al mismo tiempo su visión limitada y, sobre todo, subjetiva de los hechos puede hacer que el lector dude de su palabra y llegue incluso a suponer que lo narrado es una alucinación, un sueño o, simplemente, pura invención.

Añade que, Cristina Fernández Cubas consigue, de una forma admirable, trasladarnos la inquietud y el desconcierto en que se sumen los protagonistas de sus cuentos. Realmente resulta difícil no compartir emocionalmente sus vivencias. Pero, al mismo tiempo y gracias a esa visión subjetiva, acompañamos a los personajes en su lucha por explicar y comprender lo que les está ocurriendo.

En relación con este "engaño" al que arrastran los narradores al lector, Neus Rotger comenta lo siguiente: "La rememoración del pasado y, sobre todo, la elaboración del recuerdo a través de la escritura plantean una serie de cuestiones fundamentales para la teoría de la literatura. Es sabido que contar la vida (o la memoria de una vida) implica de forma inevitable una interpretación de lo vivido, y una confección del pasado también, pues la experiencia es desordenada, en ocasiones contradictoria, siempre simultánea, y el relato de los recuerdos tiene que ser en cambio ordenado, coherente, consecutivo".

Añade que la necesidad de recordar –para comprender el pasado, para salvar lagunas y ausencias, para desvelar incógnitas– y la dificultad de hacerlo – porque la memoria exagera sensaciones, agranda escenarios, cambia nombres, silencia episodios– aparece tematizada en gran parte de los cuentos que componen Mi hermana Elba (1980) y Los altillos de Brumal (1983).

Acierta también cuando comenta que el recurso a la falsificación del recuerdo parece una estrategia repetida cuando de lo que se trata es de eludir una parte del pasado cuya rememoración resulta inconveniente. Pero, cuando lo sucedido es a todas luces inexplicable, o cuando las explicaciones de que disponemos escapan al ámbito de la razón, entonces la estrategia del olvido se demuestra urgente, casi ineludible.

En relación con esta falsificación que practican los narradores, Rebeca Martín nos recuerda que la autora ha manifestado su rechazo hacia la tradicional tercera persona decimonónica, fastidiosa porque ‘lo sabe todo’, y su predilección por un narrador protagonista que va descubriendo el mundo a la vez que el lector.

Finalmente, podemos afirmar -en palabras de la misma Rebeca Martín- que los narradores no fidedignos de la autora se bifurcan en dos direcciones: por un lado, los que hacen del lector un depositario de sus continuas incertidumbres, desorientándolo hasta el infinito, y por otro aquellos que establecen una comunicación en apariencia cómplice cuya fiabilidad, sin embargo, queda socavada por el intento de ocultar lo extraño o censurable de su comportamiento.

4. - Bibliografía

El contenido de este material de estudios se ha basado en los siguientes libros: 

  • María del Mar López-Cabrales. (2000) “Cristina Fernández Cubas - Los horrores de la memoria”, en Palabras de mujeres. Escritoras contemporáneas. Pp. 167-176. Madrid: Narcea Ediciones.
  • Irene Andres-Suárez y Ana casas (eds.). (2007). Cristina Fernández Cubas. Madrid: Arco Libros.
  • Asunción Castro Díez (2000) "El cuento fantástico de Cristina Fernández Cubas". En Mujeres novelistas en el panorama literario del siglo XX (237-246). Ciudad Real: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.
  • Pilar Nieva de la Paz (2004) "Hacia la negociación de lo real. Espacios irreales y espacios siniestros en las novelas y cuentos de Cristina Fernández Cubas, Carmen Gómez Ojea y Cristina Peri Rossi". En Narradoras españolas en la transición política (313-331). Madrid: Editorial Fundamentos.